¿Allá abajo se escucha?

No, en la despensa no hay. Abajo, en el lugar de los vinos tampoco. ¡¿Puta madre, como no compran algo que tarda tanto en vencer y se come casi todo el tiempo?!

-Papa, me convidas uno de tus atunes por favor?
-Si, arriba de mi vestidor hay una bolsa con atunes, agarra uno.
Gracias. Para… ¿atún en el vestidor? Esta bien atún marca Albo de España, Only at “bu-bu-quebús”. Que bueno, día de calor y ensaladita fresca.

Si, mi viejo esta en casa en reposo. Hoy fuimos con mi vieja también muy temprano. Lo operaron de meniscos en el centro. Muy copado el lugar. Buena atención, staff y la hotelería (que en estos casos es lo de menos, estaba muy copada). Todos en ayuno, mi vieja la lleve a otro lugar para unos análisis mientras a mi viejo lo dormían.

A la vuelta pensaba sobre los domingueros sobre ruedas y los comentarios que me hicieron Guillermo y Patricio los días pasados. Pero esta vez, puteaba al colectivero pelotudo que tenia atrás haciéndome luces cada oportunidad que tenia, “¡no se boludo! ¿Adonde querés que vaya? ¿No ves que esta en colorado?” ¿Que cosa la gente eh? Con el afán de avanzar unos centímetros mas… aunque, para algunas cosas esta bien…
La gente que te camina bien pegadita, escupiendo al lado tuyo, haciendo ruidos rarísimos.
Las señoras mayores arregladísimas para ir a hacerse un estudio a las 8am. Son un amor, pero dale. Me hace acordar a mi ultima abuela, que se arregla el pelo, lo tiene impecable, como una nube de algodón de purísimo color blanco, ¿para quien? ¿O para que? Si recibe visitas, como mucho es la kinesióloga, aunque quizás ella alegue que el público de “cuestión de peso” la mira. Anda a saber.

Volviendo a las 10 am, tomando el desayuno los 3 en el patio que tenia el lugar, se dijo algo medio heavy. Ah! Las medialunas no estaban muy buenas la verdad, medias como húmedas. Los tostados sinembargo, estaban crocantes y calentitos. Jugo de naranja, café.
Ya hace rato que no hablo con mis viejos. Hay algo en ellos que no puedo mancarme, quizás, profundizando mas sobre el tema, quizás haya algo en mi que no me banque de mi mismo y canalice la indiferencia hacia ellos.

Mi viejo: -“Gracias por acompañarme y manejar hoy hasta acá. Y estoy contento por dos cosas. Una, porque me ayudaste a traerme tan temprano y dos, porque es la primera vez que me tenemos una conversación después de tanto tiempo. Ya se que tenés 25 y tenés tus cosas, pero hace rato ya que no cruzamos palabra. Y me siento feliz que esto haya pasado, sabe que soy tu padre y me gusta hablar con mi hijo.”
Pretendí que no lo escuchaba con atención, pero alguito me toco.

“¿Soy humano? ¿O un bailarin?”