Ya falta poco para el fenómeno, casi, diría yo, más grande.
Obvio que primero está el
primer presidente negro de estados unidos, el meteorito que se nos va a caer en el 2012, y que tu vieja es fana de esta página.
En fin, se viene el
mundial. El otro día con mi compañero de diseño discutíamos cual era mejor, si la canción de waka waka de Shakira o la otra del tipo de Sudáfrica.
-“Que no, que no es mala waka waka, pero la otra era mejor”
-“Y no sé, la otra tiene más emoción, y es del lugar”.
Y seguíamos hablando de otras cosas, como por ejemplo la guita que va a recibir Sudáfrica, que la FIFA seguro les paga por ser país anfitrión. Que
ojalá no haya ataques terroristas en semejante evento.
También pensábamos que el mundial que viene podría llegar a ser en
Argentina, que la última vez fue en un momento difícil, etc.
Todos empiezan a maquinarse, desde publicidades densas, canciones con 2 gramos de cerebro, comentarios, entrevistas, sponsors oficiales, viajes al país del momento, entradas revendidas, banderas, cornetas, packs de direcTV,
hinchas oficiales, los hinchas del sponsor oficial y los sponsors del hincha que es sponsor oficial de la selección.
Ya no importa si llegamos tarde a algún lado, ya no importa si te llevas mal con tu novia, tu mujer, si te van a echar del laburo, si no pasas un parcial. Si la minita que no te
daba la hora, te habla, ¡ya no importa!
“Nena, empezó el mundial”. El
mundo real se va a apagar, y dejará paso al televisor e internet.
No hay que ser Nostradamus para predecir que en este mundial, sucederán calamidades que serán opacadas por la gambeta de Messi, o la dentadura nueva de Tevez.
-“Che, Morales ahora expropió tierras a un opositor”
-“¿Qué? Si Huguito no fue convocado.”
-“Yo decía Evo Morales”
-“¡¡Que me importa!! Yo hablaba del mundial.”
Si vas a hacer una cagada, este es el momento. Tus acciones tendrán menos valor que el euro.
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