de-dos de una (El título fue una contribución de MC)

Y si! La vida esta llena de cosas que nadie ve, nadie quiere ver, o simplemente no interesan!
Esta entrada esta dedicada a aquellas mujeres que tanto esfuerzo y energías le ponen a aquellos sujetos que para algunas son dadores de placer. Si, estoy hablando de los dedos. Que están apegados a las manos.


Aquellas mujeres que gastan entre $30 para hacerse las manos, o unos buenos $165 para esculpirse las uñas, o porque no, aquellas que hacen todo caserito.
Algunas prefieren hacerse la “francesita” y otras combinar colores con la ropa que llevan puesta.
¡Tanta dedicación! He llegado a estar en un mismo cuarto disfrutando de la compañía de HBO, mientras que 3 especimenes de genero femenino se pintaban las uñas. “¡Aaaaa! Abran las ventanas! ¡No se puede respirar!” Pero… curioso el dato, ellas están con la nariz a 2 cm de la uña que están pintando sin mayores problemas. Aspirando ese olor fuerte como el color elegido.
Ya esta! Una mano menos. A ver, me la miro por acá, mmm..... si, esta está bien. Ahora la próxima. Algunas sacan la lengua mientras se lo hacen, otras no parpadean y están aquellas que no responden a ninguna pregunta y contestan constantemente con un “¿que?”.
Lo curioso es que no buscan un momento en particular para hacerse las manos, o pintárselas. Obviamente mientras van en el auto, no es el lugar mas conveniente, un lugar en el que reine la quietud, es el mas indicado. Quizás piensan que disfrutamos del fuerte olor, por eso no se pintan en el baño, sino que nos acompañan durante la comida, y lugares públicos cerrados.
“Bueno, ¡ya está! ¡Ya las pinté! ¿Quedaron bien? ¿Te gusta el color este? Es un violeta mezclado con mindonga!”
Que joraca me importa!! Si la patética y triste verdad es que nadie las va a ver. Nadie que te interese al menos. Si, ELLAS las van a ver. Ver si le diste una segunda mano, si después las repasaste con ese protector transparente si no se te corrieron porque no esperaste el tiempo suficiente de secado.


Si uno se detiene a observar, ellas hicieron un buen trabajo embelleciendo sus manos. ¡Y algunas realmente combinan con la ropa!
Y bueno, ni menciono el trabajo mental que deben llevar acabo las mujeres para vestirse, los zapatos, zapatillas, hebillas, pulseras, collares, pinturas, pelo, etc.
Todo ese trabajo para salir a la noche, encontrarse con un espécimen de género masculino, que les diga:
“Que cara de cansada tenés”.