En este pequeño tiempo que estuve acá, me di cuenta de algunas cosas.
Seguramente la más importante de estas cosas, es que a medida que uno envejece, tiene todas las de
ganar.
Si, escuchaste bien. Todas las de
ganar. Cuando sos joven, no tantas.
Ganás panza,
ganás problemas,
ganás responsabilidades,
ganás ex novias locas,
ganás accidentes.
Ganás caída de pelo,
ganás arrugas,
ganás celulitis,
ganás estrés.
Ganás decepciones,
ganás vicios,
ganás miopía,
ganás dolores en las articulaciones.
Como verán, tenemos todas las de
ganar. Yo no sé por qué la gente quiere mantenerse por siempre joven, y aún peor,
“aparentar” ser siempre joven.
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