Siempre hay cambios. Algunos más constantes y otros golpean la puerta como tío no invitado.
Algunos son personales, y otros conciernen al público en general. Caso Fibertel en la Argentina (dejando de lado lo político) dejará en 90 días, a varios millones de usuarios a merced de algún proveedor de internet no apto para recibir semejante cantidad de consumidores nuevos.
Pero como estamos en la argentina, esta resolución puede tardar años en llevarse a cabo, entre
“apelaciones” y
“apelaciones de las apelaciones”, etc.
Y como varios dijeron por ahí, “¡No me cambien el proveedor de mi servicio! Ya estoy acostumbrado a putear al que tengo y le agarré cariño”.
Por otro lado, el mundo en general, por miedo a una nueva crisis económica, busca aliados en todos los países para que los bancos cesen de trabajar con cuentas que mueven constantemente guita, y se dediquen a la
“especulación”, “transferencias constantes” y
“lavado de dinero” (no siempre comprobable). Entonces ¿qué pasa?
Pasa que varias empresas que se dedican a transferir guita, dejarán de funcionar.
¿La solución aparente? Panamá. Varias empresas que se dedicaban a esta movida, se están mudando ahí. Cuentas que están siendo cerradas, ahora abren en esta locación, que apuesta a que llevarle la contra a
“la idea mundial”, puede traerle beneficios.
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