29 nov 2010

Mariana. Una historia puntual. Parte I (Archivo)

Ya desde el comienzo ella creía que era “especial”. “Especial” en el sentido que se rodeaba de personas con características únicas, pero que no podían ingresar en un ambiente más clásico. Quizás hasta le gustaba encontrarse en un grupo donde se diferenciaban del resto, aunque fuera por los peores motivos. Con cierto descontento tenía que convivir con sus padres, que querían que ella fuera un poco más normal y pudiese relacionarse con gente que no fuera “tatuada”, con “piercings por todos lados”, “orientación sexual homo”, “cocainómanos”, “educación primaria y secundaria respetable”, y “con proyectos para el futuro”.

La ironía, es que ella sí tenía toda la formación necesaria; cultura general muy amplia, aptitudes para permanecer en cualquier grupo social que ella eligiese, etc. Pero la presión de los padres y su inconsciente, la llevaban a buscar hombres medio a la deriva, para ser ella (junto con su formación), “el príncipe azul” que los rescatase de su miseria.

El problema era que, ni ella aceptaba que no tuvieran buena formación, haciendo burla de su escuela primaria y secundaria. Mariana no estaba conforme con que su novio no estuviera a la altura, pero sin embargo, lo quería de ese modo. Nadie que pudiese competir con su voz y voto. Tener el control, era la seguridad que tenia de que se hiciese prácticamente lo que ella quería. Disfrutaba saber que la otra persona era totalmente dependiente a ella.

Por supuesto que estas cosas le producían una felicidad inmensa, pero eran inconscientes. Era su manera de ser y de actuar. No había forma de poderlo controlar.
Como se comentó previamente, ella llevaba a cabo una pelea con sus padres por las diferencias que ambos sostenían.

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