13 sept 2011

A------R

Es difícil entender el razonamiento de las personas. Si fuera tan fácil, no habría nada que entender y nada que nos asombre. Ya desde pequeños nos enseñan que cada acto tiene su consecuencia, en el ámbito social, físico, matemático, etc. Una ecuación simple como: acción- reacción. No es difícil. Tirar una manzana hacia arriba y saber que va a caer. En el caso de patear un vidrio, hay varios resultados posibles: uno es que el dueño del vidrio salga a decir algo, que me corte la pierna, que no se rompa. Son varias alternativas a una misma propuesta.
Ahora, si bien sabemos que cada acción tiene su reacción, nada tiene que ver con que aceptemos esta simple ley. Hacer caso omiso a la misma, lleva a un eventual futuro en el cual predomina la desesperación y la depresión.
Como aquellos conductores de bondis que cruzan varias provincias tomando alcohol. Saben que ingerir alcohol en cualquier situación, enlentece las reacciones, desinhibe, causa modorra, etc. Acción, reacción. Sin embargo, no están en un asado del domingo en villa marteli, con amigos sin ninguna responsabilidad aparente. Están transportando pasajeros por la ruta. Hicieron caso omiso a esta ley, en la cual para toda acción hay una reacción. Cuando sucede el accidente, el único culpable en todo este asunto es el conductor. Luego del accidente, debe tener en cuenta que por cada acto hay consecuencias, y sería erróneo que pretenda quedarse con el registro para seguir conduciendo.

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