22 abr 2010

¿Estas harta de esas?



Para aquellos que están vehiculizados, o viajaron en el de un amigo, hace rato que es común lo siguiente. Tocar bocina a alguna chica.


Sea verano, invierno, llueva, siempre el “pip! pip!”. ¿Por qué?

Probablemente no podemos estacionarnos ahí nomas, bajarnos y decirle algún piropo estúpido, o alguna guasada incoherente. Así como los monos, utilizamos los utensilios que tenemos a mano, para llevar a cabo nuestras acciones, de una mejor manera.

Avanzas por la calle pegado a la vereda y ves a una chica caminando con un culo golosísimo. “pip! pip!”

Doblas en una esquina y dejas pasar a otra con una cara de (usa tu imaginación). “pip!pip!”

Esperas en el semáforo y acomodas el auto en el ángulo que te permita ver esas piernas cruzar TODA la 9 de Julio. “pip!pip!”.

Es gracioso, porque como hombre SE, que todos nosotros deseamos que la bocina bendita les arranque la pollera, o milagrosamente les caiga agua en el top apretadito que llevan puesto. Pero más bien creo que es un sinónimo de “te quiero dar YA”. Pero lo más patético, es que NUNCA van a acceder. Supongamos que SI, acceden. No te vieron, no te conocen, cualquiera.

También vale recalcar la ingenuidad de las mujeres. ¡Son tan tiernas! ¿No?

Algunas se quedan mirando después del “pip!pip!” jurando que las reconocieron y es un familiar. Piensan que quizás es una amiga o vecina. No! Nenaaaaa date cuentaaaaa!!  Pero para el resto que ya no se inmuta, que no se da vuelta, quizás mirar puede salvar tu vida y evitar que te lleven puesta en alguna boca calle.

¡Ah! ¡Qué pajero! Hace semanas que no anda mi bocina.

No hay comentarios: