Un lugar entre medio de zona norte y el centro, Jet está
ubicado en un lugar clave. Si vas temprano, ahorras cola,
tenés lugar para estacionar.
Si vas a ir, lleva
guita hasta para ir al baño.
Te cobran en su “lujoso” estacionamiento, entrada no cobran, y el guardarropas “e a volunta”.
Hay un logi de fotógrafo dando vueltas para capturar la imagen más copada de la noche. O las muchas de la noche. No sé bien a quien busca.
Quizás sean celebridades, quizás sean conocidos, o simplemente gente linda para que aparezcan en el grupo de facebook. Debo admitir que la puesta en escena es la mejor que vi hasta ahora en bs as. Luces que te atrapan, mesas muy
cool, barra enorme por si te olvidaste de pedir tu trago. Mujeres muy lindas, otras muy producidas, otras marcando su estilo personal vistiéndose sin combinar. Gato, gato viejo, gato lindo gato wannabe. Todas están ahí. Y por supuesto, hombres, están los habitúes, los que “conocen al amigo del amigo que una vez se le ofreció ser
tarjetero de jet” y se creen los socios mayoritarios. Están mis viejos disfrazados de pendejos, con una hija al lado en un vestido convertido en trikini. Pero todo esto es
común, normal, nadie nota esto extraño.
Yo también fui
disfrazado para la ocasión. Me sentía en otro mundo pero con mi disfraz me protegía de cualquier barbaridad, así
como la capa que usaba
Harry Potter.
La pista de baile se encuentra bañada de luces tranquilas y humo con hielo seco que maneja el DJ La música es muy buena, dan ganas de balancearse para un lado y después para el otro, con un trago o birra en la mano.
Eso sí, si querés ser uno más del montón y que te “respeten como persona”, comprate una botella de alcohol, esas que salen
$500 y en el supermercado $60, y las trepas no van a sacarte los ojos de encima. A pesar del esnobismo, es un lugar que recomiendo. Pero si
tenés una salida con alguna mina, mejor anda al
cine.
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